martes, noviembre 28, 2006

Las fiestas de fin de año...

Época de alquileres en la aldea, turistas que buscan algo distinto...
Entró una tarde. Se sentó. Dejó la cartera en la silla de al lado. Pidió una tacita de té con leche, tostadas, mermelada, manteca, azucar.
Se quedó mirando por la ventana, suspirando y mirando a su alrededor. Paco estaba acomodando las mesas de afuera, asi que le atendí.
-Tiene un lindo lugar aquí, dijo tanteando, tenía ganas de charlar y yo era la única posibilidad.
-pues sí, dije con cierto orgullo. Para que lo voy a negar, siento orgullo por lo que voy construyendo, Vino a alquilar algo para el verano?, pregunté.
-no no, en realidad solo para las fiestas de fin de año...,dijo, y me dí cuenta que era el solo el prólogo. Mi nombre es Gladys, continuó, y me ofreció la mano...
-mucho gusto, viene a pasar fin de año con toda la familia?
-Sí, vine yo sola, a reservar, era la única que disponía de tiempo,¿sabe?. Resulta que desde que nos casamos con Roberto, mi marido, dividimos las fiestas, navidad con su familia y año nuevo con la mia. Al año siguiente cambiamos, para que las nenas, tenemos dos nenas ¿sabe?, Dalma y Yanina, es que el Gordo es admirador de "el Diego", vió?, como le decía, para que las nenas se vean con los primos, y todos se encuentren con los distintos parientes e ir rotando. Sino, se convierte en una rutina, ¿sabe?, y no es bueno. Beto cree que así, como una está de visita, trabaja menos..., por que va a la casa de otros...,ja!. Cuando vamos a la casa de mi suegra, trabajo el doble, sé que cuando no estoy presente, la madre de él está dele y dele criticando, que si las nenas se vistieron así, que si el pionono que trajimos, no es lo que quería o si el vithel toné, no está como ella se lo hacía a Betito cuando era soltero y vivía con ella. Y ni hablar si el nene está más gordo, o más flaco, o la camisa no está bien planchada... Digamos que la señora no me traga, y todavía me mira como "la mina esa", que se lo enganchó al hijo, y nadie sabe que me vió...en fin. Ahora, cuando vamos a la casa de mi mamá..., tambien trabajo el doble...Pobre mamá..., la cintura la tiene mal, además tiene divertículos, y cómo está con esas várices!..., no se puede estar parada, el doctor le dijo que baje de peso, pero ella no hace caso,y hay que ayudar. En mis cuñadas no se puede confiar, ellas llegan con esos sátrapas que tienen por hijos, los sueltan como quien se desentiende de una orda, mientras les dicen a mis hemanos que se hagan cargo, al fin de cuentas es la casa de su familia.
Aproveché que se detuvo para respirar y morder la tostada y dije
-y entonces, por qué alquilan?
-el Gordo, yo le digo Gordo a mi marido,¿sabe?, le cuento, el Gordo trabaja en una companía de seguros, y cuando llega fin diciembre, empiezan a festejar el fin de año con reuniones aqui y allá, además se reune con los del club, los de la canchita de la otra cuadra, los ex-compañeros de colegio, algunos clientes que lo invitan, unos primos..., ya ni sé con cuanta gente se junta para despedir el año!..., en fin, que se lo nota chispeante casi todos los días, ¿me entiende?. -Yo atiné a asentir y ella continuó-. Cuando nos pasó a buscar el 31 último, venía muuy contento, entre una reunion y otra, se lo veía que estaba despidiéndose del año con todo, Gordo, ¿estás bien? le dije, me miró sonriendo y dijo "yo?,por supuesto".
Y bueno pensé yo, dejálo que festeje, al final todos tenemos derecho.
Fuimos en el coche, llegamos a casa de mamá alrededor de las ocho, las nenas desaparecieron con los primos, a tirar petardos o no se que salvajada le querían hacer al gato. Yo me fuí para la cocina con los tupper con ensaladas y el tiramisú, que me sale bárbaro, una reseta nueva,¿sabe?. Y el Gordo se fue con el tio Ismael, que estaba preparando una jarra de clericó. En eso aparecieron mis cuñadas que estaban en el jardín, y nos pusimos a charlar, mientras lo veo al Gordo, que tenía en su mano derecha un vaso de whisky del tamaño de un farol. Una cosa llevó a la otra y lo perdí de vista por una hora o así. Cuando paso por el living, lo veo en un grupo, discutiendo como debía formar Banfield la próxima temporada, el tio Ismael, mis hermanos Cacho y Vicente y mi primo Renato, primo por parte de mi papá, ¿sabe?, y el Gordo, apoyado suavemente contra la biblioteca donde mi mamá tiene sus adornos, lo miré a los ojos..., "adobadito" me dije. El vaso era una extención del brazo, si lo vaciaba, tio Ismael se lo llenaba.... Qué hacer?, si le digo algo hay pelea seguro..., ma sí me dije, que disfrute. A la media hora vuelvo y lo miro, ya ni sé que tenía en el vaso, me quedo mirándolo bien... El tipo estaba frito!...totalmente, solo le faltaba roncar...En eso aparece mi papá que acababa de llegar y dice "Beto!, como estás!?", y le palmea la espalda...
Y el Gordo se me vino en banda...
A la pasada manoteó la biblioteca y la arrastró tambien... Mientras yo gritaba Gordoooo!!!, mi mamá gritaba "la bailarinaaa!!!".
Le explico, cuando mi abuela emigró a la Argentina, tenía siete años, y lo único que se llevó de Italia fue una bailarina de porcelana, y es el único recuerdo que le quedó a mi mamá de ella...
Simplificando, llamamos un remís, y entre todos lo subimos al Gordo, que roncaba como si nada. Cuando llegamos a casa, entre el remisero y dos vecinos de la casa de al lado que ayudaron, lo llevamos hasta la cama, y ahí lo dejamos...que roncara a gusto.
A la mañana siguiente, mientras desayunaba con las nenas, sonó el teléfono, oigo que mi marido atiende, y después viene chancleteando por el pasillo, y me dice "che, Gladys, tu vieja... Cada día está peor, eh?, le digo felíz año y podés creer que me mandó a la mierda?"
-...
-y sí..., las pasamos acá..., me traería más té, por favor?

lunes, noviembre 27, 2006

El trio

Jean-Jacques es un galo de hombros y estatura considerables, gran fumador de "gauloise" y sonrisa fácil, es el marinero de Iñaki.
Todas las mañanas, bien temprano, le escucho pasar junto a la cantina, va tarareando alguna tonada marsellesa y dejando tras de sí, su olor a tabaco. Saluda de lejos y marcha a paso firme por el muelle rumbo al barco.
Allí se encuentran, preparan las redes y salen en busca de la pesca diaria. Tipos duros, diferentes, sin embargo, el tiempo los ha hecho los mejores camaradas.
Melissa y Melina, no son parientas, sin embargo en algún momento de la historia, sus antepasados se han cruzado. Las dos delgadas, de ojos grandes, cabello largo, ondulado. Gesto alegre y juvenil, con arrugas a los lados de los ojos, y en la comisura de la boca.
Todas las tardes, al ocaso, vienen caminando por la playa, juntas, charlando y riendo. Se sientan en la terraza y esperan la llegada del pesquero.
Melissa y Melinda son las mujeres de Jean-Jacques.
Una tarde compartí un cafe con ellas. Después de hablar de la pesca y el clima durante más de media hora..., opte por ser más frontal.
Un trio?
Me contaron que las dos aman profundamente al galo, a una le nace lavar y la otra plancha, que una limpia y la otra ordena, que les gusta cocinar a las dos, comidas y postres, y se turnan con los trastos, que si bien Jean-Jaques es quién mantiene el hogar, ellas ayudan tejiendo para afuera...En fin, que no tienen problemas...
- Si, si, les dije,- pero, y?, reconozco que cuando curioseo no soy muy prudente.-Pues dormimos juntos..., dijeron.
Levanté una ceja y me quedé esperando, hasta que rieron a carcajadas.
-Mira,esto es un secreto asi que sé discreto, Jean-Jacques es muy, eehh, fogoso, si tiene tiempo, a la mañana, a la noche después de cenar y los dias que no sale a trabajar..., uf! ni hablar, el verano pasado, cuando hubo que calafatear el casco del barco, y estuvo parado quince dias!... Mon Dieu!, le ofrecimos ayuda a Iñaki para que terminara antes. Fue muy duro. Y de esto con él no podemos hablar. Entonces, sin que se de cuenta, nos turnamos, una semana cada una. Le hemos dicho la más gran variedad de historias del por qué esta vez una u otra. El día de "cambio de guardia" es el viernes-.
Hoy es viernes...
El barco había atracado y ambas salieron corriendo en su busca. Verlos abrazados a los tres, alegres y felices daba gusto. Iñaki saludaba a las mujeres mientras hacía un guiño complice a su amigo.
Al pasar junto a la cantina, les saludé con la mano en alto. Iban contándose las nuevas del día... en la mirada de una se veía cierta lujuria, en la otra, se deleitaba la paz del descanso merecido.
Hombre afortunado este Jean-Jaques.

domingo, noviembre 26, 2006

AVISO

No se porque diablos pero el último post, el señor blogger lo ha publicado dos espacios más abajo, entre don suit y el paseo de los lunes...
Si alguien sabe por que me cuenta...
Allí estan los nombres de las señoritas que se harán cargo de la música y los menús esta semana.
En fin, el martes va uno nuevo.
Este tipo, Blogger me trae loco!

viernes, noviembre 17, 2006

Fráncis parte II

Fines de los 80' el gobierno de Suharto se tambalea.Jakarta se ha convertido en una ciudad peligrosa.
A sus 24 años, Fráncis camina por la av.Gatot Subroto distraidamente, lleva una bolsa de compras, con dos ositos de peluche rosa en su interior.
Siete años hacía que estaba en la petrolera, haciendo excavaciones, trabajando con explosivos. Después de los cinco encerrado en Pertridge, la idea de trabajar al aire libre, en los yacimientos en Java le pareció ideal.
Al año de establecerse, conoció a Mei-Ling, la hija de Ho, el cocinero del campamento. Una hermosa y joven muchacha, de dieciocho años y finos rasgos malayos.
Fráncis, cruzó la calle y entró al Hilton como un pasajero más. Después de dar un par de vueltas por el vestíbulo, se dirigió al bar, todavía era temprano para la reunión. El sudor corría por su espalda. El traje de hilo era fresco pero el calor del verano indonesio era sofocante.
Al principio, las citas con Mei-Ling, fueron a escondidas. Su padre no vería con buenos ojos que su única hija anduviera con un expresidiario y además negro. Sin embargo los jovenes se amaban con pasión, y finalmente superaron la oposición paterna.
Una tarde de primavera la muchacha los citó, en la cafetería del campamento, y les dijo que estaba embarazada. La pequeña familia de tres se abrazó llena de alegría.
Mei-Ling había logrado cambiar el caracter recio de Fráncis. Con paciencia la muchacha lo había ido "domesticando". Juntos tenían planes para los cuatro, incluído Ho. Pondrían una hostería para turistas europeos, en Bali.
Mai-Ling había logrado el milagro de la felicidad perfecta..., Mei-ling era dulce, buena, alegre, y paciente...
Mei-ling murió de un balazo diez dias después, victima de un secuestro fallido. La trata de blancas sigue siendo un importante negocio en Indonesia.
El padre le pidió a Fráncis que se hiciera cargo de los tramites, para su corazón era demasiado. Dos días después la policía les entregó el cuerpo y pudieron enterrarla. Ho, se encerró en un hermético mutismo. Fráncis se dedicó a comprar información.
Desde la ventana del bar del hotel, vió como las limousinas se estacionaban rodeadas de un enjambre de hombres y niños famélicos y harapientos que pedían limosna. Los servicios de seguridad del hotel se hacian cargo de echarles.
Los tres empresarios se bajaron de sus autos y caminaron hacia el camion estacionado en la esquina. Sin preocuparse por los posibles testigos, abrieron las puertas traseras y revisaron la carga humana...Las mujeres encadenadas y amordazadas miraban suplicantes mientras la transaccion llegaba a su fin.
Fráncis se levantó de su silla y caminó hacia el estacionamiento, al pasar junto a uno de los vehiculos trastabilló, uno de los ositos cayó de la bolsa...
El chofer/guardaespaldas le miró con curiosidad, Fráncis le mostro el otro muñeco, como si nada y siguió caminando.
Al llegar a la esquina, escuchó la explosión, la onda expansiva había destrozado todo en un radio de treinta metros, abrió la puerta del camion y soltó a las mujeres.
Escuchó las sirenas, y siguió caminando hacia el cementerio.
Mei-Ling amaba los ositos de peluche.

Don Suit

Había un par de parroquianos mirando por la ventana, reían por lo bajo haciendo comentarios y volviendo a reír.
El auto aleman, con maravillosa tosudez, se enterraba en la arena ayudado por la estupidez del conductor que aceleraba y aceleraba... y nada, cada vez peor. Finalmente el ruido del radiador sonó a amenaza.
Don Suit (de que otra manera llamarlo?) se bajó puteando duro y parejo, el traje empapado en sudor, los zapatos italianos llenos de arena, sin uno de los lentes de sus anteojos y maltratando al celular, ya que aca no hay señal.
Avanzó hacia la cantina bufando y maldiciendo.
Entró, y preguntó por un teléfono. Se lo alcancé. Me preguntó por un auxilio. Le mostré el aviso de Anselmo. Habló, pidió el remolque, "al mediodía, tal vez mas tarde" (Anselmo no cambia...), llamó a su despacho y habló con su asistente para reorganizar la agenda.
Y fin, solo quedaba esperar...
Me miró, lo miré y le dije "buen día". Momento en el cual empezó a despotricar contra los de caminos que señalan tan mal las carreteras, siguió contra el mal mantenimiento de las mismas, después contra la empresa que le alquiló el auto que no se lo entregó con un mapa decente, luego contra el auto, que tenía tan poca estabilidad..., y así siguió y siguió... minutos y minutos...
Pidió un diario y le di el periódico local. Después de hojearlo un rato se quejó de las noticias locales..., cuando se acercó a temas delicados como el partido del último domingo del Sportivo, Paco le hizo un claro gesto de silencio.
Fermín y su hermano acababan de entrar y se metieron de lleno en el tema. Al rato un grupo de pescadores que venían a almorzar se unieron, y las voces fueron elevándose... Alguno ya estaba un poco picadito por el vino... En fin, el primer golpe lo recibió el hermano de Fermín, y de ahí en más se armó...
Por suerte Paco ha caminado un rato y me ayudó a "sugerirles" a unos y otros a calmarse. A Don Suit le dí carne fresca para su ojo, al resto con hielo fue suficiente.
Le serví guiso de conejo, y de la casa, a medida que fue comiendo se fue calmando. Ví que había perdido la corbata y al saco le faltaba una manga, más algunos botones a la camisa. Los nudillos pelados y un ojo en deplorable estado. Por otro lado Fermín y su hermano le compartían la mesa como amigos de toda la vida.
Después del café me preguntó por Anselmo... solo le sonreí. Y se fue a caminar por la playa. Un par de horas después me asomé y le vi jugando con un perro en la orilla, se había quitado los zapatos y arremangado el pantalón y disfrutaba como un crío.
De tardecita ya, volvió a la cantina, la dijo a Paco si le preparaba un "mojito", y un enorme emparedado. En eso entró Lola, y se lo llevó a una mesa para leerle las cartas...
Anselmo hizo su trabajo en minutos, le desenterró el auto, le revisó el motor, le encontró el lente perdido y le cobró. Además de agradecerle que defendiera a sus primos en semejante pelea.
Se acercó para despedirse y me entregó su tarjeta mientras me recitaba el clasico agradecimiento.
Lo miré, miré la cartulina en mis dedos y la tiré al fuego.
Don Suit se rió de buena gana, me dió la mano y me dijo "dígame Suit a secas, nos vemos el proximo miércoles", y se fue.

El paséo de los lunes

Lunes.
Paco saca una enorme tabla al patio, la coloca sobre un par de caballetes, lleva harina, agua, sal, y demás. Música, la voz de Pavarotti nos envuelve. Hoy hay pastas. Paco limpia la mesa y comienza el ritual. La masa se va transformando entre sus dedos. Hay cariño en los gestos de Paco.
Lunes.
Tina, Carito y Lola, "Las chicas del pueblo", se citan en el dispensario. El acuerdo con el municipal es simple, que no se metan en problemas y se controlen semanalmente. A cambio él no las molesta.
Cloe les ha tomado simpatía. "Las chicas", llegan los lunes de mañana, les hace un chequeo a conciencia, sabe que la profesión tiene sus riesgos. Ellas le ayudan con la limpieza a fondo de comienzo de semana, después se quedan charlando hasta cerca del mediodia, entonces Cloe les da las llaves del furgoncito, suben las tres y los doce chicos de la guardería, y parten.
Tina es la más joven. Su familia cría ovejas en las sierras, pero ella quiere otra cosa, no sabe qué. Tiene sueños de teatro, de luces, de fama. LLegó al pueblo pensando en "pasar de largo", pero necesitaba dinero para el pasaje y consiguó trabajo de mucama, de camarera, en la tienda, donde sea, ninguno duró, el dinero no alcanza. Ahora acompaña marineros solitarios, a veces algo más, pero es solo por ahora... en cuanto pueda...
Carito tiene unos años más que Tina. Vino desde la ciudad. Allá se conoció con don Bartolomé, el farmacéutico. El hombre fue en viaje de negocios, y se volvió con una amante a la que doblaba en edad. Le dijo que si le acompañaba, le daría trabajo, le pondría una casa, le compraría ropa, todo lo que quisiera... Por supuesto, cumplió hasta... que se enteró la señora, que es la dueña de la farmacia. Carito se quedó con la casa. Las visitas y ayuda de su amante se fueron espaciando. Un buen día, el farmacéutico le mandó dinero con su hijo... Ahora a Carito la visitan los chicos del secundario y los amigos de don Bartolomé...
Lola a pasado los treinta y cinco, vive con su anciana madre y con una niña. Ántes trabajaba en la ciudad, en la radio, vivia bien. Algunos años con un compañero y los hijos que no llegaban, hasta que un médico le contó que ella no podría. Junto con la ilusión se fue su hombre. Dió vuelta la página y decidió adoptar, se llama Clara.
Un día le llamaron del pueblo, debían venirse, su madre estaba mal. Pidió licencia y viajaron. El tiempo pasó y se quedó sin trabajo, luego sin ahorros, había que mantener la casa. Algo tenía que hacer. Consiguió ayuda en la intendencia. Dicen que el alcalde le tiene cariño, dicen que el notario tambien, dicen que dicen...
Es mediodía, se escuchan las risas de los críos bajando de la camioneta, entre ellos está Clara. "Las chicas" los tratan con infinita dulzura.
El sol está tibio, y la arena suave. los chicos corren. Hoy, "de eso", no se trabaja.
Paco toca la campana, está el almuerzo

martes, noviembre 14, 2006

Una fantasía, un sueño, un placer...

Una vez, me dijo un parroquiano, que según él, todos tenemos una fantasía, un sueño y un placer especial, que nos ayuda a seguir.
O sea, una fantasía, no necesariamente sexual, algo que nos gustaría ser o hacer, pero es basicamente imposible , él por ejemplo hubiera querido ser el personaje de James Bond, época de Sean Connery; lo segundo, un sueño posible, o sea algo que si te empeñas, lo consigues, un auto, un título, ésta cantina, un viaje a un lugar lejano..., y finalmente un placer, algo especial, complicado por horarios, o incomodo por que es lejos, o simplemente caro, y que se puede pagar de vez en cuando, que te permites cada tanto, que si bien no cubre todas las bazas, ayuda..., como puede ser volar en globo, o comer en un restaurante muy exclusivo, o un corto viaje, en fin, dificil, pero posible...
Pues bien, uno de estos placeres es para mí salir a cabalgar por la playa, al amanecer, voy más allá del faro, por playas sin despertar, por arenas sin pisar, disfrutando de la brisa mañanera, fresca y límpia...
La unión que siento con un buen caballo, despedido a todo galope, chapoteando en el agua, salpicando a nuestro paso, yendo por terrenos sin limites ni fronteras me produce una especial sensación a libertad.
Mi madre decía que el día que me rompa el cuello tendré toda la libertad que quiero..., mientras tanto...
Generalmente me tomo unas horas, depende cuales sean las obligaciones de la mañana...
Esta en particular, estaba tranquila, no había proveedores a pagar y Paco se podía hacer cargo de todo hasta que yo pegase la vuelta.
Alrededor de las once, me volvía tranquilo para la cantina cuando a lo lejos ví la camionetita de doña Asunción...(¿?)
Después de los acontecimientos de la última vez, me preguntaba en que habria terminado la historia de Tito.
Ya cerca del muelle me crucé con Fermín que me pregunto por Primitivo,-doña Asunción lo anda buscando, me dijo...
mmmm...
-Buenos dias doña Asunción,dije, que la trae por aquí?, que se sabe de su sobrino?
-Buenos dias, que dice?, bonita mañana para pasear. Pues, justo, por eso he venido, ando buscando a Primitivo, y como viene seguido por acá, pensé que tal vez...
-pues no, hoy todavía no ha pasado. Quiere que le dé algún mensaje?
-no no, verá Ud, mi sobrino Tito, el médico, se ha ido a trabajar a una clínica en la ciudad, donde lo recomendó Primitivo, y me ha dicho que gana muy buen dinero, imaginesé como está el muchacho...
-Ahá. me imagino...
-nos ha dicho, que con ese dinero piensa montar un dispensario en el pueblo. Mientras tanto, vendrá dos veces por semana, para lo que haga falta, ese muchacho es de buena madera...
Asi que ando buscando a Primitivo, para agradecerle..., como corresponde.
-Siéntese doña Asunción, le sirvo un té?, seguramente estará por llegar...

martes, noviembre 07, 2006

Una buena acción

Temprano en la mañana, ha pasado doña Asunción, a dejar algunas cosas, huevos, manteca, crema, y cosas así.
Hemos estado charlando un rato largo y me ha contado de su familia y vecinos, y del caserío donde viven, en la ladera este del monte.
Me ha contado muy entusiasta, del hijo de su hermano Ernesto, que se llama como él, y le dicen Tito.
Parece que el chico era muy estudioso en la escuela, y cuando terminó los estudios, entre todos los vecinos decidieron aportar dinero para que siguiera, ya que a él le gustaba la medicina, y a ellos les vendría bien tener un médico en el caserío.
Pues bien, durante todos estos años, mes tras mes, le han girado fondos a la ciudad para que se pague estudios, libros, alojamiento, comida y demás.
Y me cuenta que el chico no les ha fallado, al contrario, gracias a su tesón y forma de ser, consiguió una beca, y en la residencia hospitalaria le permitieron quedarse a pasar las noches, para abaratar costos.
En pocas palabras están muy orgullosos de él y sienten que el resultado ha valido por todos estos sacrificios, durante tantos años.
Y parece que hoy está de vuelta, bajará del bus que pasa al mediodía, y luego Anselmo lo llevará hasta el caserío donde lo esperan con un gran recibimiento y una comilona para todos.
-Hola Primitivo, qué cuentas?, café?
-Buen día patrón, pues sí, un cortado, y unas galletas, si tiene por ahí... A qué no sabe?, Me acabo de cruzar con Tito, el sobrino de doña Asunción...
-Si, me dijeron que llegaba hoy...
-Ahá, me lo encontré en la parada del bus, recién recién llegado, y nos pusimos a charlar, viera las ideas del muchacho..., Por suerte se encontró con un tío de experiencia como yo, que le abrió los ojos..., Ja!, le hablé claro, que acá se iba a morir de hambre, ningún futuro..., cuando paramos al bus que volvía para la ciudad todavía estaba un poco indeciso, imaginesé, pero le dí el telefono de un amigo que tiene una clínica de cirugia estética, y le dije: chico, dinero y tetas, que más quieres. Se subió y se fue...,je, hice mi buena acción del día, no le parece?, me serviría una copita de grapa por favor?...
-...